domingo , marzo 26 2023

Nuestro Ideal Diocesano

NUESTRO IDEAL DIOCESANO

El pueblo de Dios que peregrina en la Diócesis de Tacna y Moquegua: Obispo, sacerdotes, diáconos, religiosos, religiosas y laicos son una Iglesia organizada en comunidad de comunidades, dinámica, viva, toda ministerial, evangelizada y evangelizadora; que ha alcanzado la santidad personal y comunitaria, transformando con la fuerza del Evangelio la cultura de la sociedad, acrecentando la unidad del reino de Dios para la salvación universal.

 

SÍNODO DIOCESANO

“Bautizados y enviados a predicar la Buena Nueva del Reino”

 

LEMA DEL AÑO 2023
«Caminamos como pueblo de Dios, escuchando a Jesús y anunciando su Reino»

 

META 2023

«Al finalizar el 2023, la Diócesis de Tacna y Moquegua continúa caminando como Pueblo de Dios, tomando conciencia de la necesidad del encuentro con Cristo, viviendo los valores de la verdad, la justicia y la reconciliación, para ser constructores de una cultura de paz.»

JUSTIFICACIÓN

En nuestros días experimentamos un camino teñido de frustración que se ve alimentado por diversos factores: la crisis política alimentada por un descontento social, retos que se presentan a la puerta de nuestra casa y que nos hacen sentir muy vulnerables; en la vida eclesial, todavía vivimos los efectos del drama de la Iglesia en medio del mundo y por último nuestra propia situación, nuestros barrios, vecindades y pueblos que se ven necesitados de un sentido nuevo frente a lo que viven, lo que sufren, a sus carencias, sus enfrentamientos y a la falta de la solidaridad, etc.

Es con este panorama que pretendemos realizar nuestro camino. En el Equipo de Animación Pastoral (EDAP) hemos querido proponer un camino de espiritualidad que permita a todos los agentes de pastoral vivir la comunión. Queremos recordarles que nuestra opción diocesana es realizar una pastoral de conjunto, que se ve reflejada en esta programación.

En los trabajos a inicios de enero hemos querido escuchar a los diferentes integrantes convocados en las reuniones del EDAP y como resultado de esas deliberaciones, les entregamos estas reflexiones y sugerencias para poder realizar un camino juntos. Todo este esfuerzo lo buscamos realizar en medio de un mundo que cambia. Nosotros también necesitamos dar pasos en este sentido, es por eso que consideramos necesario cambiar el inicio de la pastoral para el mes de noviembre, con el nuevo año litúrgico nos adentraremos en un camino de esperanza. Son ya frutos del Sínodo, esperamos recoger muchos más durante estos meses.

En estos primeros meses del año realizaremos el proceso de escucha en la pastoral juvenil-vocacional, pastoral familiar y pastoral misionera. A todos los agentes pastorales los llamamos a comprometerse con estos momentos de escucha, de tal manera que busquemos juntos la mejor manera de afrontar las necesidades de estas pastorales.

En nuestros idas y venidas es necesario tener sobre la mesa lo urgente: la coordinación con el EPAP de cada una de las parroquias, el llamado a los párrocos a “buscar siempre” la colaboración de los feligreses, realizar los gestos y acciones en las zonas pastorales y seguir los criterios pastorales que están insertos en este texto en la parte de los anexos. Iniciamos nuestro camino con los tiempos litúrgicos: Cuaresma y Pascua, proponemos vivir en nuestras zonas parroquiales los gestos de la reconciliación y la alegría, también podemos motivar a realizar manifestaciones a favor de la fraternidad, porque lo necesitamos, ya lo dice el evangelista “si al presentar tu ofrenda en el altar, te acuerdas de que tu hermano tiene alguna queja contra ti, deja tu ofrenda ante el altar, ve a reconciliarte con tu hermano, y sólo entonces vuelve a presentar tu ofrenda” (Mateo 5, 23-24).

En nuestro tiempo experimentamos la necesidad de recuperar la “cercanía”, buscar a los vecinos alejados y a los que viven en los mismos barrios y comunas de siempre y que antes caminaban con nosotros. Tengamos presente que trabajar y construir una cultura de paz, no es una empresa vana e inútil, todo lo contrario, es el mensaje de Jesús que pretendemos alcanzar, acercar y visibilizar; buscamos ser comunidad.

Es necesario que el encuentro con Cristo nos lleve a vivir los valores del Reino de Dios, aquellos que transforman y elevan las metas del hombre más allá de sus humanas pretensiones. Un gesto pequeño, pero lleno de caridad, un testimonio cristiano cercano es lo que necesita nuestro mundo. Sean bienvenidos a continuar nuestro camino como Pueblo de Dios, unamos los esfuerzos como muchas veces lo hacemos con el canto litúrgico de entrada: “La Iglesia en marcha está, a un mundo nuevo vamos ya, donde reinará el amor, donde reinará la paz…”

DESAFÍOS PASTORALES  2023

  1. Si continuamos sumidos en sentimientos de tristeza, de decepción y de incertidumbre, no podremos superar la crisis en nuestra comunidad; para ello nuestra Iglesia necesita de una acción pastoral que promueva el encuentro, la escucha, el acompañamiento y la solidaridad.
  2. Si reducimos nuestra pastoral sólo a lo virtual, no será posible construir una comunidad auténticamente cristiana que descubre a un Cristo real en las personas, porque la Iglesia como comunidad creyente crece y se santifica en el encuentro personal y comunitario.
  3. Si continúa la falta de compromiso de los agentes pastorales y de la comunidad parroquial, no será posible trabajar en una pastoral participativa, organizada y comunitaria, porque nuestra acción pastoral debe favorecer a ser una Iglesia servidora y misionera que vive la fraternidad y la comunión.
  4. Si continuamos con una actitud individualista que se manifiesta en la falta de unidad de criterios, toma de decisiones no muy acertadas; no será posible un discernimiento comunitario para el bien de nuestra diócesis, porque la acción pastoral es comunitaria y participativa.
  5. Si continuamos con una evangelización desde la comodidad del «siempre se ha hecho así» y que no involucre el uso de los medios de comunicación, sobre todo en este contexto; no será posible que el pueblo de Dios descubra el llamado a ser discípulos misioneros, porque la pastoral promueve una iglesia dinámica y en salida.
  6. Si continuamos cerrados a la acción del Espíritu Santo que constantemente nos invita a una conversión pastoral que implica acompañar procesos; no será posible responder con esperanza a las realidades existenciales del pueblo de Dios, porque nuestra acción pastoral debe ser solidaria y encarnada en la realidad.
  7. Si continuamos no impartiendo una formación integral (psicobiosociotrascendente) que favorezca a vivir la vocación bautismal, no será posible suscitar en nosotros un compromiso permanente, porque la acción pastoral debe llevar siempre al servicio de la comunidad parroquial.
  8. Si continuamos con una religiosidad popular que no lleva al encuentro personal con Dios, no será posible que descubramos que estamos llamados a dar testimonio de la fe, porque la pastoral debe suscitar un mayor compromiso bautismal.
  9. Si continuamos no integrando los movimientos apostólicos y grupos de espiritualidad al PRED, no será posible trabajar en una pastoral de conjunto, porque con su carisma están llamados a enriquecer la vida de la Iglesia.

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