viernes , septiembre 22 2023

Lema Julio: Jesús nos dice: «¡Si tú también comprendieras los caminos de la paz!»

Objetivo: Descubrir en la realidad de nuestro pueblo el rostro sufriente de Cristo para conducirlo por los caminos de la paz.

Tema: Ser artífices de la unidad y de la paz.

Lema: Jesús nos dice: «¡Si tú también comprendieras los caminos de la paz!» (Lc. 19,42)

Texto bíblico: Evangelio de San Lucas 19, 29-44.

«Al llegar cerca de Betfage y de Betania, junto al monte llamado de los Olivos, envió a dos de sus discípulos con este encargo: Vayan al poblado de enfrente. Al entrar, encontrarán un borrico atado sobre el que nadie ha montado aún; desátenlo y tráiganlo. Y si alguien les pregunta porque lo desatan, le dirán que el Señor lo necesita. Fueron los enviados y lo encontraron como Jesús les había dicho. Cuando estaban desatando el borrico, sus dueños le dijeron: ¿Por qué lo desatan? Ellos respondieron: El Señor lo necesita. Ellos se lo llevaron a Jesús. Pusieron sus mantos sobre el borrico y ayudaron a
Jesús para que se montara en él. Según iba avanzando, extendían sus mantos en el camino. Cuando ya se iban acercando a la bajada del monte de los Olivos, los discípulos de Jesús, que eran muchos, llenos de alegría, gritaban alabanzas a Dios por todos los milagros que habían visto. Decían: Bendito el rey que viene en nombre del Señor.
¡Paz en el cielo y gloria en las alturas! Algunos fariseos de entre la gente le dijeron: Maestro, reprende a tus discípulos. Pero Jesús respondió: les aseguro que si éstos callaran, empezarían a gritar las piedras. Cuando se fue acercando, al ver la ciudad, lloró por ella, y dijo: ¡Si en este día comprendieras tú también los caminos de la paz! Pero tus ojos siguen cerrados. Llegará un día en que tus enemigos te rodearán con trincheras, te cercarán y te atacarán por todas partes; te aplastarán a ti y a tus hijos dentro de tus murallas. No dejarán piedra sobre piedra en tu recinto, por no haber reconocido el momento en que Dios ha venido a salvarte.» Palabra de Dios.

Justificación

Constantemente vemos nuestro país dividido, enfrentado entre los mismos peruanos; a eso le agregamos la inseguridad, la delincuencia, el cansancio de la pandemia; las instituciones que no funcionan eficazmente, la impotencia ante ciertas injusticias y pocos líderes que tienen corazón de pastor manifestando su preocupación por los demás.

En este mes de nuestra patria, las autoridades hacen un balance de todo lo que han hecho. Siempre hay descontentos, nos fastidia que las cosas sigan igual o peor, por un lado las mejoras no se ven; nos desalienta la política, o la manera cómo hacen política nuestras autoridades, casi siempre no beneficiando al pueblo peruano sino a intereses particulares.

Jesús estaba pendiente de lo que pasaba en Jerusalén, se preocupaba por su pueblo. Su llanto por Jerusalén pronostica la reacción violenta de los romanos contra la ciudad. La destrucción de Jerusalén expresa el final fatal que le espera a los que se niegan a reconocer y aceptar al Mesías. Jesús llora por la Jerusalén rebelde; porque Él vino a traer el reino de paz que Dios quiere dar a su pueblo, pero Jerusalén se negó a aceptarlo y prefirió seguir sus propios caminos y esos caminos concluyeron en su ruina absoluta. A pesar de que Jerusalén es la ciudad que mata a los profetas y apedrea a los enviados de Dios, sigue siendo su ciudad amada desde la que se difundirá la Palabra del Señor y a la que se le promete un futuro glorioso.

Si tuviéramos un corazón como el de Jesús, lloraríamos por nuestra patria y por lo que le pasa, seguiríamos trabajando por ella y dando la vida por ella, tal como Jesús dio la vida por su pueblo.

El Papa Francisco nos recuerda en su última encíclica Fratelli Tutti: «Reconocer a cada ser humano como un hermano o una hermana y buscar una amistad social que integre a todos, no son meras utopías. Exigen la decisión y la capacidad para encontrar los caminos eficaces que las hagan realmente posibles.» (FT.180); el encuentro con la realidad peruana, el escuchar sus dificultades nos debe llevar a ser artífices de la paz que Cristo vino a traer al mundo.

La política ha sido a menudo reducida y asociada a la codicia, la dominación, la explotación y la corrupción. Sin embargo, aquí, en su última Carta Encíclica, el Papa Francisco nos pide a todos a recuperar la nobleza del acto político: asumir la responsabilidad como miembros de una familia humana para el bienestar de todos. Dando lo mejor de nosotros construimos nuestra patria.

Nuestra fe en Dios debe estar encarnada en la realidad de nuestra sociedad peruana. ¿Lloras por el Perú y por todos sus problemas? ¿Eres artífice de la paz que Dios desea en nuestros pueblos?

Estamos llamados a animar a nuestros hermanos peruanos; el itinerario de los discípulos de Emaús, nos narra que aparentemente Jesús no sabe lo que ha ocurrido en Jerusalén, pero en el encuentro y en la conversación descubren que a pesar del desaliento que experimentaban, había mujeres que perseveraban y daban testimonio de Cristo vivo. No necesitamos ser mayoría para ser constructores de la paz que tanto deseamos, es desde el encuentro con Cristo y el hermano que podemos ser más sensibles de la realidad de nuestra sociedad y desde ahí comenzar la trasformación. Los cristianos como diría Diogneto: Tenemos dos patrias, es aquí donde empieza nuestro camino como pueblo de Dios que camina hacia la santidad y la salvación, es en la tierra donde esperamos ganarnos el cielo.

Abramos caminos desde nuestras comunidades parroquiales para que el pueblo tenga esperanza, siendo solidarios y amando nuestra patria. Necesitamos formar a los nuevos líderes del país, con los sentimientos que tiene Jesús. Una iglesia que contribuya con su patria, comprometida con su fe y que sea capaz de transformar el mundo.

Gesto y acción significativa:

  • A nivel familiar:
    • Elaborar una bandera con el lema: «Peruano, ¡si tú también comprendieras los caminos de la paz!» (Subsidio proporcionado por el EDAP).

  • A nivel de zonas parroquiales:
    • Cadenas de oración por la patria.
    • Que cada zona parroquial realice una acción cívica como por ejemplo: campaña de limpieza, pintado de paredes, campaña de educación, cuidado de locales comunales, etc.
    • Terminar cada acción cívica con una oración por el Perú. (Subsidio proporcionado por el EDAP).
    • Misa por el Perú, el domingo 24 de julio antes de Fiestas Patrias.

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