El Señor está a la puerta
El evangelio de este día, leído rápidamente pueda dejar una sensación de temor «en aquellos días, después de esa angustia, el sol se oscurecerá, la luna no dará su resplandor, las estrellas caerán del cielo, los astros tambalearán»; también muchas películas que especulan el fin de los tiempos colaboran con este temor creando hasta una psicosis.
Pero si seguimos leyendo podemos darnos cuenta que es un texto esperanzador para nuestros días y parta el futuro, pues dice que en medio de todas esas catástrofes vendrá el Señor y será evidente para todos: «Entonces verán venir al Hijo del hombre que viene entre nubes con gran poder y gloria», ésta es la razón del por qué no sucumbir, aunque todo sea un caos.
Sin duda, con todo lo que pasa en nuestro mundo quedamos verdaderamente espantados, una chequeada rápida y general de nuestro entorno nos deja sabor de angustia, de desengaño y hasta limita nuestro optimismo sobre el cambio… pero si las vemos como nos recomienda el Seor la esperanza se renueva.
Para explicar mejor esta realidad Jesús mismo usa una parábola y dice: «Cuando una higuera, ven que sus ramas están tiernas y brotan las hojas, saben que el verano está cerca. Así también cuando vean que sucede esto, sepan que el Señor está cerca, está a la puerta»; es decir, en medio de tantas realidades trágicas y adversas el Señor está cerca, aunque muchos siembren pánico y comercialicen miedo, el Señor está en medio de nuestro caos, personal y social. Esta certeza sostiene nuestra esperanza.
Claro está que «sobre el fin del mundo nadie sabe ni el día ni la hora, ni los ángeles en el cielo, ni el Hijo, sino solo el Padre», por ello debemos estar siempre preparados, el Señor esta a la puerta, y si te arremete la duda, la inseguridad, la soledad, la incertidumbre del futuro recuerda cuanto nos dice el Señor: «Cielo y tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán» y entre sus palabras, resuene fuertemente en tu conciencia y en tu corazón lo que nos dijo el Ascender al cielo: «Yo estoy con ustedes todos los días hasta el fin del mundo.»
El Señor viene, el Señor está cerca, entra si le dejas entrar, no te rindas, como dijo el Papa Francisco: no nos dejemos robas la esperanza.
+Mons. Marco Antonio Cortez Lara